lunes, 20 de junio de 2016




Pues eso: otra actuación para un público ansioso por librarse de sus manías sobre esas cosas que encuentran en los museos de Arte Contemporáneo, esos que visitan resignadamente cuando se convierten en turistas.

El Turismo, ese invento perverso que convierte a qualquier humano en egiptólogo cuando visita Egipto, apasionado de la cultura "Jemer" la vez que hace un circuito por Cambodia y experto en Quattrocento en ese dia que pasa por Florencia. En Londres el turista ocasional no puede dejar de pasar una mañana en la Tate Modern, con la boca abierta y sin dejar de pensar "¿qué coño es eso?"

Afortunadamente, el turista nunca visita los museos, iglesias o ruinas de la ciudad en la que vive.  ¡ No vayamos a confundir la vida cotidiana con las vacaciones !